Quique González siempre tiene las palabras adecuadas que quiero escuchar en cada momento. Da igual que me pase meses sin oir nada suyo, siempre que vuelvo a escuchar una canción suya, acabo volviendo a repasar uno tras otro todos sus discos.
Reloj de plata, una canción que conocí gracias a un amigo que me dijo que posiblemente era la canción más triste que había escuchado en su vida. Pensé que igual exageraba, pero luego me dí cuenta de que sí, era de las más tristes que yo también probablemente había escuchado.
Lo bonito de todo esto es que a veces en la música, tristeza se puede aunar con belleza, con sentimiento, con las pasiones... Es maravilloso como consigue Quique mezclarlo todo de tal manera que resulta casi imposible no notar como se te eriza la piel con canciones como esta de las que os hablo en concreto. Feliz viernes.
"Antes de que caiga mi avión desengánchame,
antes de perder el control desenrédame "
